Una de las opciones que nos encontramos a la hora de comprar un coche, es optar por una unidad que provenga de una flota de alquiler de coches.
Aqui podemos encontrar tres vias:
En los tres casos, el coche estará en perfecto estado de uso, revisado y nos darán la garantía correspondiente.
La diferencia mayor estará en el precio, que quizá un Km 0 o en la compraventa sea algo más caro, ya que tanto el Rent a Car, como el vendedor tienen que obtener un beneficio, por lo tanto el intermediario repercutirá en el precio final, el beneficio que espera obtener del coche.
Una forma de saber si el coche que compramos proviene de una flota de alquiler, cuando no se lo compramos directamente al Rent a Car, es pedir un informe a tráfico. En él, debe reflejarse el cambio de servicio del coche, de “alquiler sin conductor” a “particular”.
Legalmente, las empresas de alquiler deben matricular los coches bajo este epígrafe. Y a la hora de retirarlos del servicio, debe de cambiarse. Otra cosa es que no lo quieran hacer, para tenerlo más fácil a la hora de vender, pero eso es harina de otro costal.
Pero, ¿Es recomendable comprar un coche que ha sido de alquiler? Realmente es la opción que menos adeptos tiene a la hora de decantarse por un coche, por los mitos que revuelan este tipo de vehículos.
Veamos pros y contras.
Mantenimiento al día.
Los coches de alquiler, al contrario del pensamiento popular, están perfectamente mantenidos. Las empresas no se pueden permitir que el coche falle por dejar de lado las revisiones periódicas. Sobre todo en empresas pequeñas, que juegan la baza de la calidad de servicio.
Si es cierto que es muy probable que estos mantenimientos no se pasen en talleres oficiales de la marca. Normalmente los Rent a Car cuentan con sus propios mecánicos (grande empresas) o talleres con los que mantienen algún tipo de acuerdo. Es inviable para un Rent a Car llevar el mantenimiento de los coches en el servicio oficial, tanto económicamente hablando, como por una cuestión de tiempo.
Pocos kilómetros.
Este punto realmente depende tanto de donde provenga el coche, como del tipo de alquiler que haya tenido.
Si el coche viene de un alquiler pequeño, en una zona de playa en la que prácticamente el 90% de su vida laboral ha sido para turistas, el coche tendrá menos kilómetros que otro equivalente pero que provenga de un particular o de una flota de coches de empresa.
Si proviene de una empresa grande, que suministre coches para comerciales de otro tipo de empresas, o que rote los coches entre localizaciones, según la temporada. Encontraremos coches que contarán con más kms en el odómetro.
Cuidados.
Este es otro mito de la creencia popular, “la gente no cuida los coches de alquiler, por que no son suyos”. Obviamente, hay de todo en la viña del Señor.
En la mayoría de los casos, no es así. Si es cierto que son vehículos que pasan por muchas manos diferentes, y que cada persona conduce de una manera, con sus vicios y manias. Pero, normalmente por desconocimiento del vehículo y de la zona (especialmente en vacaciones), la gente suele ser prudente.
Es más fácil ver a los propios trabajadores “maltratar” un coche, que a la clientela.
En este sentido, también es cierto que las empresas pequeñas, seleccionan un poco mejor a quien alquilan sus coches. De esta manera, se garantizan, o al menos lo intentan, que no los maltrataran. Aunque de un accidente, no estamos libres ninguno.
Desgaste.
Este es un aspecto que sí deberemos tener en cuenta. Hablamos de desgaste estético, no funcional.
Los coches de alquiler se lavan con bastante más frecuencia que un coche de uso más convencional. Mínimo, una vez por servicio. Esta cantidad de lavados provoca que el aspecto exterior del coche se vea más estropeado que en coches de características o edad similares.
También hay que sumar que son coches que pasan la mayor parte de su vida laboral en la calle, expuestos a las inclemencias meteorológica, a posibles roces o golpes de los demás usuarios de la vía pública.
El interior también sufre de la misma cantidad de limpiezas, pero esta zona del coche realmente se verá beneficiada, manteniendo un buen aspecto durante mucho más tiempo.
Poca variedad.
Este aspecto no solo es aplicable a los coches provenientes de un Rent a Car, afecta a cualquier coche de segunda mano. Hay lo que hay.
Si lo compramos directamente al Rent a Car, podemos tener la posibilidad de escoger entre distintos colores o, en algunos casos, equipamientos, pero por lo general los acabados dentro de un mismo modelo suelen ser similares.
Normalmente las empresas de alquiler suelen optar por las gamas más bajas dentro de cada modelo, aunque esta es una tendencia que está cambiando.
Precisamente por esto mismo, por la facilidad a la hora de vender el coche cuando acabe su servicio. Incluso las marcas, a la hora de hacer flotas en renting para los Rent a Car, incluyen modelos con mejores acabados, para poder venderlos más fácilmente cuando le retornen los coches.
Comprar un coche proveniente de un Rent a Car puede ser una opción muy buena, siempre y cuando tengamos en cuenta, y asumamos, estos factores.
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